Ruta por El Valle de La Orotava
Señorío y tradición a los pies del Teide
El Valle de la Orotava, cuya belleza y excepcional clima han atraído durante siglos el interés de naturalistas y científicos de todo el mundo, ocupa un lugar de honor en la historia y tradición de Tenerife. Esta ruta ofrece la oportunidad de disfrutar de su gran legado histórico y de algunas de las tradiciones más ancestrales del mundo rural. La visita comienza con las excepcionales panorámicas del Valle de La Orotava que se divisan desde el Mirador de Humboldt, en la carretera TF- 21, y con un paseo por el caso histórico de la ciudad que le da nombre. La Villa de La Orotava, en el municipio más extenso de la isla y conserva una de las mejores muestras de arquitectura civil y religiosa de Canarias. La riqueza y diversidad de este patrimonio ha merecido que su casco histórico haya sido declarado Conjunto Histórico-Artístico y, debido a su riqueza arquitectónica, esté incluido en el «Inventario de Protección del Patrimonio Cultural Europeo». Son tantos y tan atractivos los edificios de interés, que lo más apropiado es pasear por sus empedradas calles y no dejar de visitar aquellos que estén abiertos al público: iglesias, museos, tiendas y centros oficiales. Referencia de gran importancia son también sus museos, como el Museo Etnográfico Pinolere o el de Artesanía Iberoamericana, ubicado éste último en el antiguo Convento de Santo Domingo, y que expone más de 7.000 piezas de artesanía de América y España. Además podremos visitar el casco histórico del Puerto de Cruz y descubrir paisajes costeros haciendo el Camino de La Costa.
ACUEDUCTO DE LOS MOLINOS
Dirección:Urbanización La Duquesa, trasera Casa Lercaro. La Orotava
Para aprovechar la riqueza hídrica del Valle de la Orotava, una vez concluida la conquista de la Isla, los colonos construyeron un acueducto o acequia a través del incipiente casco urbano de La Orotava. Junto a ella se construyeron hasta 13 molinos de agua, de los que hoy se conservan 10, tres de ellos actualmente en funcionamiento dedicados a la producción de gofio, y unos lavaderos. El antiguo trazado del acueducto, del que apenas quedan vestigios más allá de los propios molinos, recorre las actuales calles Doctor Domingo González García, San Francisco y Colegio. El Acueducto de los Molinos está declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Etnológico.
CASA TORREHERMOSA
Dirección:Calle Tomás Zerolo, 27. La Orotava
Tel:922 322 285 / 922 334 013
Esta espléndida casa señorial de siglo XVI es actualmente sede de la Artenerife, empresa Insular de Artesanía creada por el Cabildo de Tenerife para el rescate y la potenciación de la artesanía de la isla. Más de 1.500 artículos diferentes se exponen en su tienda y museo. Ubicada en el casco histórico de la Villa de la Orotava, en el interior se encuentra un patio de estilo mudéjar con galerías de madera típicas de las Islas Canarias.
Recomendamos confirmar los horario del establecimiento a través de su página web.
RAMBLA DE CASTRO
Dirección:Carretera Santa Cruz-Icod de los Vinos (TF-5). Km. Los Realejos
La Rambla de Castro es un espacio natural de gran valor paisajístico. Enclavado en la zona costera del municipio de Los Realejos, cuenta con una superficie de 45,9 hectáreas y permite contemplar hermosas vistas de la zona norte de Tenerife. Este verde enclave, situado a orillas del Atlántico, esta rodeado por diversas especies vegetales como palmeras, dragos y plataneras. Sobresalen algunas edificaciones, muy características, como son La Hacienda de Castro, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI aunque el edificio actual es del XVIII; el Fortín de San Fernando, que sirvió de defensa ante ataques piráticos; el Edificio de Gordejuela, que albergó la primera máquina de vapor de la isla, y la ermita de San Pedro. La visita a este paraje permite múltiples opciones. En primer lugar, La Rambla de Castro forma parte del “Sendero del Agua”, que parte del Hotel Marítim (en Los Realejos), pasa por la playa de Los Roques, la urbanización La Romántica, la Rambla de Castro y llega al Mirador de San Pedro. Podemos realizar dicho sendero y disfrutar de una agradable excursión por este rincón del norte de Tenerife. También podemos acceder a la rambla desde el mirador de San Pedro y pasear por ella, visitando sus construcciones y espacios más emblemáticos, y disfrutar de las espectaculares vistas del litoral atlántico desde el mirador.
CENTRO DE INTERPRETACIÓN Y VISITANTES TELESFORO BRAVO
Dirección:C/ Doctor Sixto Perera González, 25. La Orotava
Tel:922 922 371
El Centro de Interpretación y Visitantes Telesforo Bravo tiene como principal objetivo informar a los visitantes sobre El Teide, así como dar a conocer los principales rasgos del parque.Exposición que muestra El Teide desde diferentes puntos de vista. Ofrece las impresiones de una ascensión simulada desde el mar hasta El Teide pasando por el Valle de La Orotava siguiendo los pasos dados por Alexander von Humboldt, quien visitara Tenerife en 1799. A su vez, consta de paneles, pantallas, interactivos, etc., destinados a divulgar los principales rasgos del Parque Nacional del Teide. La exposición es completada por un área dedicada a la Red de Parques Nacionales.
Recomendamos confirmar los horario del establecimiento a través de su página web.
Puntos del itinerario
El Mirador de Humboldt está situado en la base de la ladera de Santa Úrsula, junto a la carretera de El Pinito. Desde él se divisan espectaculares vistas del Valle de la Orotava, entre las laderas de Tigaiga y Santa Úrsula, la silueta del Pico del Teide y los cercanos volcanes de Las Arenas y El Fraile. La instalación, que cuenta con servicio de cafetería, homenajea al ilustre científico y naturalista alemán, Alexander von Humboldt, que visitó la isla de Tenerife durante uno de sus famosos viajes y glosó en sus obras la belleza de este valle.
El Museo Etnográfico Pinolere está situado en el parque de mismo nombre, en la Villa de La Orotava. Las instalaciones de este original museo de la cultura popular recrean la historia y las costumbres de esta zona de medianías del norte de Tenerife. El centro cuenta con distintas edificaciones tradicionales, como son los corrales, una era, un huerto de plantas medicinales o las características casas pajizas o pajares, antiguas viviendas reconvertidas hoy en salas de exposiciones dedicadas al arte de la cestería de madera rajada de castaño y a la historia de la localidad. Las dos principales áreas temáticas que se desarrollan en este centro son, por un lado, el Museo de Cestería Canaria Don Juan González Fariña, y, por otro lado, el Museo de Historia Don Francisco Luis Acosta, complementada esta última por La Cueva de los Guanches. Centro perteneciente a la Red de Calidad de la Fundación Tenerife Rural.
La ruta peatonal propuesta a través del Centro Histórico de La Orotava, declarado Conjunto Histórico-Artístico y que transcurre entre grandes casonas y calles adoquinadas, permitirá al visitante contemplar sus numerosos edificios y monumentos. El paseo a través del casco histórico de La Orotava comienza en La calle Carrera Escultor Estévez, localizada junto a la Iglesia de San Agustín. En el cruce entre las calles Carrera Escultor Estévez y Tomás Pérez dejamos a la izquierda el edificio del Ayuntamiento y subimos por la última vía para tomar, a la derecha, la calle Hermano Apolinar y llegar al cruce con la calle San Francisco. Allí encontraremos la Iglesia de San Francisco y el Hospital de La Santísima Trinidad, que conserva el pórtico del antiguo convento de San Lorenzo. Muy cerca de aquí, en las calles Colegio, Carrera, San Agustín o adyacentes, abundan los ejemplos de la arquitectura señorial canaria. Estas edificaciones fueron realizadas por algunas de las familias de mayor abolengo de la Isla, que ordenaban tallar su escudo heráldico en la fachada. Son las casas Benítez de Lugo, Molina, Franchy, Ascanio, la del marquesado de la Quinta Roja o la Casa Fonseca, también conocida como “Casa de los Balcones”. Esta última, del siglo XVII, es un magnífico ejemplo de la arquitectura tradicional insular con su cantería, sus balcones de madera y su magnífico patio interior. También abundan en estas calles primorosamente empedradas muestras destacadas de la arquitectura religiosa como son la Iglesia y Convento de San Agustín, también del siglo XVII, en la plaza de la Constitución, o la de Nuestra Señora de la Concepción, cuyo edificio fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1948 y que cuenta con dos torres campanario, una elevada cúpula y un interior dividido en tres naves.
El centro histórico del Puerto de la Cruz, declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de conjunto histórico artístico, conserva numerosos edificios de gran valor patrimonial, auténticos testigos de la historia de este pueblo del norte de Tenerife. La Plaza del Charco y las calles peatonales de los alrededores invitan a dar un paseo por el corazón de la localidad y descubrir pequeños jardines y parques, a la vez que disfrutar de la amabilidad de sus gentes y de la de los cuantiosos turistas procedentes de diversas nacionalidades que escogen este lugar como destino vacacional. Los orígenes del Puerto de la Cruz se sitúan en los momentos posteriores a la conquista de las islas, cuando estas tierras, que se incluían dentro del menceyato aborigen de Taoro, fueron repartidas entre los colonos castellanos. En la costa se ordenó construir un muelle y en torno a él comenzó a gestarse un pequeño asentamiento de pescadores. Conforme pasaron los años, el Puerto de la Cruz fue ganando importancia en las transacciones comerciales; la destrucción del Puerto de Garachico a principios del siglo XVIII bajo las lavas del volcán Trevejo o Arenas Negras no hizo más que acentuar la tendencia, convirtiéndose entonces el Puerto de la Cruz en el principal puerto de la isla. Como consecuencia, se produjo un fuerte desarrollo económico, social y cultural que implicó enfrentamientos políticos con la aristocracia orotavense y que significaron su independencia municipal en 1772. A lo largo del siglo XIX comenzaron a llegar a estos territorios visitantes extranjeros, como Agatha Christie o Alexander von Humboldt. La benignidad del clima canario y la enorme belleza paisajística de estos parajes atrajeron desde épocas muy tempranas a un nutrido número de personalidades foráneas. Estos primeros visitantes sentaron las bases del futuro desarrollo turístico, que se iría convirtiendo en el principal motor económico portuense. Merece la pena contemplar diferentes edificios que recuerdan antiguas épocas de esplendor comercial, cuando el Puerto de la Cruz era puerta de entrada y salida de viajeros y mercancías procedentes de Europa y América. Como muestra de aquel pasado han quedado edificios que hoy permiten ver cómo pudo ser la vida en este pueblo del norte de Tenerife. Destaca la Casa Alfaro de Franchi, después Casa de La Aduana, que fue erigida don Francisco Tomás de Franchi Alfaro y Varcárce, la Casa Miranda, el Hotel Marquesa, el Museo Arqueológico, la Iglesia de la Peña de Francia o la ermita de San Telmo.
El conocido como “Camino de la Costa” es un recorrido de bajo nivel de dificultad que comienza a la altura de la calle Aceviño, en el Puerto de la Cruz, en la zona residencial La Paz. El final de esta calle coincide con la calle Cólogan Zuloeta, a escasos metros ambas vías desaparecen y da comienzo el Camino de La Costa, que desemboca en el Llano de Martiánez. El paseo transcurre entre plataneras y permite visitar tres playas muy conocidas. La primera es la de San Juan, la segunda es la de Bollullo y la tercera y última es la de Los Patos. El camino marcha siempre hacia la costa y hace posible descubrir un paisaje de cultivos que sorprende y permite conocer parte del mundo rural del Puerto de la Cruz, acercándonos además a un tiempo no muy lejano en el que predominaba el cultivo de plataneras. A su vez, permite ver una maravillosa imagen costera característica del norte del Tenerife y descubrir sorprendentes playas de arena negra.